-Al dolor ante la muerte de una persona amada por el coronavirus, hay que agregar el sufrimiento de saber que se está muriendo asfixiada y sin el acompañamiento de los seres queridos... Y a todo esto, ahora también se suma, el terrible desasosiego de no saber donde están sus restos.
¿Qué esta pasando?
¿Dónde está mi España?
¿Qué habéis hecho de ella y de sus gentes?


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